La raza de perro Alaskan Malamute es muy antigua. Se utilizaba, y aún se utiliza, en los países del norte, para el trineo y la conducción de paquetes. Pero debido a su carácter se ha convertido hoy en día también en un excelente perro de compañía. Sus orígenes no están claros, pero se cree que se remontan a hace más de 3.000 años, cuando una población nómada de raza inuit emigró desde el este de Siberia y, tras cruzar el estrecho de Bering, se asentó en el noroeste de Alaska, en una zona llamada Kotzebue”. Esta población se llamaba Malhemute. En la lengua inuit “miut” significa “pueblo”, traducido literalmente significa “pueblo de Mahle”.
Estos perros dentro de la población formaban parte de la familia, vivían en las cabañas, eran compañeros de juego de los niños y con su grueso pelaje daban calor a la gente. Se utilizaban no sólo para tirar de los trineos, sino también para cazar focas, que eran el principal sustento de estas poblaciones. En manadas, también cazaban osos, y de hecho eran capaces de rodear al oso y atacarlo mientras esperaban al cazador. Así que esta raza se conservó intacta durante mucho tiempo, viviendo en estos pueblos tan aislados.
Por desgracia, cuando los pioneros llegaron a Alaska, atraídos por la fiebre del oro hacia finales del siglo XIX, la raza se degradó considerablemente debido al cruce con perros de otras razas. Por la invasión que se produjo en esos territorios, realmente masiva, se rompieron los equilibrios naturales, la caza disminuyó de forma considerable y todo ello llevó a una diezma de los nativos y sus perros, que corrió el riesgo de casi la extinción. Afortunadamente, algunos conductores de trineos lograron salvar algunos ejemplares. La raza fue protegida oficialmente por Estados Unidos en 1926.
Por desgracia, el Alaskan Malamute estuvo a punto de ser diezmado durante la Segunda Guerra Mundial porque fue reclutado por los militares, pero afortunadamente, la intervención de Eva Seeley y su marido hizo que la raza se recuperara y ambos iniciaron un programa de cría.
La raza de perro Alaskan Malamute no es una raza muy extendida, en Europa los primeros ejemplares aparecieron a mediados de los años 50, en Italia a principios de los 80, pero gracias a los criadores que trabajaron dura y concienzudamente en la selección y que siguen haciéndolo en la actualidad, la raza ha empezado a ser cada vez más conocida.
Carácter de la raza de perro Alaskan Malamute
El Alaskan Malamute es un perro tranquilo y sociable, ávido de relaciones con los humanos y también de afecto. Establece una relación especial con su dueño, al que debe ver como su jefe de manada. De hecho, su adiestramiento requiere tiempo y paciencia, aunque es mucho más fácil que en otros ejemplares. El alaskano nunca es servil y mantiene una marcada independencia que, sobre todo a una edad temprana, debe ser controlada.
No es un gran perro guardián ya que es muy sociable y ladra muy poco, puede ser agresivo con sus congéneres ya que tiende a dominar como temperamento, por esta razón se debe considerar una socialización temprana y firme.
Con la familia y especialmente con los niños es muy dulce y cariñoso, le gusta mucho jugar, por lo que es un excelente compañero. Sin embargo, necesita su propio espacio. También puede vivir en un apartamento, pero debe estar solo lo menos posible y debe salir varias veces al día. Le gusta mucho cavar y correr, pero hay que tener en cuenta para mantenerlo fresco durante la temporada de verano en las horas de calor, aunque sufra el calor menos de lo que pensamos viéndolo.
Es un compañero ideal para las excursiones en la naturaleza, ya sea corriendo, en bicicleta o en trineo. De hecho, le encanta la vida al aire libre, por lo que un jardín es ideal para este perro entre los paseos.
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Aspecto de la raza de perro Alaskan Malamute
Como apariencia, los Alaskan Malamutes se parecen mucho a los lobos, son muy fuertes y tienen un físico poderoso. La estructura corporal es vigorosa, muy musculosa pero ágil, tiene un porte muy orgulloso y un andar que no es ligero, pero tampoco excesivamente pesado.
Es un perro de tamaño medio-grande, el macho alcanza una media de 63 cm a la cruz para unos 38 kg. La hembra un poco menos. Las extremidades anteriores son muy robustas y musculosas, mientras que las posteriores son vigorosas y grandes. La cola está cubierta por un pelo grueso, que se lleva en la espalda, pero no está enrollada.
La cabeza es muy similar a la del lobo, ancha y fuerte con un cráneo amplio, el hocico es grande y dotado de poderosas mandíbulas, la trufa, los labios y los bordes palpebrales son negros, en los ejemplares de pelo rojo la trufa es marrón. Los ojos tienen forma de almendra, no son demasiado grandes y suelen ser de color marrón. Las orejas son pequeñas en comparación con la cabeza, erguidas y bien separadas, de forma triangular con las puntas ligeramente redondeadas.
El pelaje del Alaskan Malamute es recto en el cuerpo, grueso y duro, también tiene un subpelo grueso que es lanoso. La longitud del cabello es media. Ligeramente más largo en varias zonas del cuerpo, como en los hombros, el cuello, a lo largo de la espalda, la grupa, los muslos y la cola.
Los colores del pelaje del Alaskan son muchos, pero se caracteriza por zonas de color blanco que predomina en toda la parte inferior del cuerpo y en una parte del hocico que forma una máscara. Por lo demás, los colores suelen ser gris claro, negro, marrón, dorado y rojo oscuro.
Salud y cuidados de la raza de perro Alaskan Malamute
El Alaskan Malamute es una raza robusta y rústica, y no tiene problemas de salud particulares. Tiene una esperanza de vida media de 10 a 12 años. Es importante cuidar la limpieza de los oídos, darle una dieta equilibrada con una ración diaria de comida de excelente calidad, a la que se puede añadir una o dos cucharadas de aceite para el cuidado del pelaje y hacer que haga mucho ejercicio.
En cuanto al cuidado del pelaje, estos perros no dan grandes problemas, basta con cepillarlo una vez a la semana y en el periodo de muda también todos los días. El baño se hará sólo si es absolutamente necesario ya que es un perro muy limpio que se limpia lamiendo su pelaje, y también para evitar que se altere la capa hidrolipídica de la piel provocando una sequedad excesiva de la misma, favoreciendo la aparición de problemas más o menos graves.
