La raza de perro barbilla japonesa

Los orígenes de la raza de perro barbudo japonés no son muy seguros. Fue introducida en Japón alrededor del año 732 d.C. traída por los gobernantes coreanos de la dinastía Silla, como regalo a la corte imperial del Sol Naciente. Sus orígenes, sin embargo, son presumiblemente mucho más antiguos y se cree que proceden de China o el Tíbet, mientras que otra teoría haría derivar la raza de Corea.

En Japón existía la costumbre de regalar perros de esta raza a las esposas de los samuráis más destacados, lo que contribuyó a su difusión. Este perro se convirtió así en el ídolo de la nobleza de esa nación. Se dice que incluso el emperador de Japón HiroHito llevó a la corte veinte espléndidos ejemplares, a los que tenía mucho cariño.

En Europa, la raza llegó a principios del siglo XVII y lo más probable es que derivara de cruces entre spaniels tibetanos y pequeños perros chinos, entre ellos el pequinés. A mediados del siglo XIX, el comodoro Perry introdujo algunos barbudos japoneses en Inglaterra, donde rápidamente se convirtieron en la raza favorita de la nobleza. Un perro de esta raza fue inmortalizado en un lienzo con la Reina Victoria.

En Estados Unidos, llegó incluso a la Casa Blanca.


Carácter de la raza barbilla japonesa

El barbilla japonesa es un perro de compañía y reúne todas las características para ser realmente único. Es alegre, impetuoso, vivaz, inteligente, sociable y juguetón. Pero al ser tan vivaz y estar siempre dispuesto a jugar, sabe muy bien mantenerse en su sitio cuando debe hacerlo, y es capaz de no molestar cuando se le pide. En resumen, su discreción y respeto por su amo son tan fuertes que no rompe las reglas de la casa sin una buena razón.

Con los niños es muy sociable y, dado su pequeñísimo tamaño, se adapta muy bien a estar con ellos y, de hecho, consigue mimarlos y consentirlos a su manera. Y no sólo con los niños, sino también con los adultos, este perro es sociable, dócil y vivaz. Hay que tener cuidado con lo que se le permite hacer, cuando se le deja hacer algo u ocupar un lugar, sofá o silla, se convertirá en suyo para siempre. Al ser habitual, no estará fácilmente dispuesto a cambiar sus hábitos. Ladra muy poco y nunca sin motivo.

Como rasgo de carácter, este perrito recuerda mucho al comportamiento felino, como cuando utiliza las patas para limpiarse la cara. Tiene un excelente sentido del equilibrio y puede trepar con facilidad, y al igual que a los gatos, le gusta esconderse un poco por todas partes. También es sociable con otros animales, tanto perros como otras mascotas de la casa.

Es un perro apto para todo el mundo; no necesita hacer mucho ejercicio, le encanta estar dentro de casa, por lo que también es bueno para personas mayores o sedentarias. Sin embargo, le encantan los paseos al aire libre y odia quedarse solo demasiado tiempo. Una de sus peculiaridades más singulares es emitir un sonido similar al grito de un canario cuando está especialmente contento. Así, te saludará con un trino cuando vuelvas a casa y éste será su ritual de bienvenida. Además, cuando está contento o jugando, le gusta dar vueltas sobre sí mismo, y a este particular movimiento se le llama danza de las mareas.

Aspecto de la raza de perro barbilla japonesa

El barbilla japonesa es un perro pequeño, mide unos 25 centímetros de largo y pesa alrededor de 3 kilogramos, las hembras pueden ser ligeramente más largas con el mismo peso. Tiene un cuerpo bien proporcionado y robusto, sus extremidades son cortas y esbeltas, lo que le permite un andar elegante y flexible. La cola, cubierta de abundante y largo pelo, se dobla desde la base por un lado y se eleva por la espalda para caer por el lado opuesto.

El cráneo es ancho y redondeado en la parte anterior, el hocico es corto y ancho, bastante grande en relación con el cuerpo. Los ojos, muy grandes y oscuros, están bien espaciados y salientes, de un hermoso negro brillante.

La trufa es ancha y generalmente negra; las orejas son pequeñas y en forma de V, separadas entre sí, cuelgan cerca del hocico y están cubiertas de pelo largo.

El pelaje consiste en una sola capa, larga, suave, lisa, sedosa y densa, a lo largo de todo el cuerpo, lo que le confiere un aspecto muy simpático y elegante. El pelaje presenta abundantes flecos en las orejas, el cuello, los muslos y la cola. El color suele ser bicolor: blanco-negro o blanco-anaranjado, pero a veces también se puede encontrar limón o arena.

Cuidados y salud de la raza de perro barbudo japonés

Esta raza es muy sana y básicamente está libre de enfermedades típicas de la raza, pero como todos los perros braquicéfalos tiene tendencia a tener problemas respiratorios. Otras enfermedades encontradas son infecciones oculares, golpes de calor y problemas de parto. Es un perro muy resistente al frío, pero tiene mucho miedo al calor y debe evitarse la exposición a climas muy calurosos.

En cuanto a su alimentación, no tiende a engordar demasiado, pero necesita una dieta controlada ya que el poco ejercicio le lleva a engordar. No pierde mucho pelo, salvo en los periodos de muda, y su espeso pelaje requiere peinarlo con regularidad para evitar nudos. Se aconseja bañarlo una vez al mes o si está muy sucio. Un baño demasiado frecuente puede provocar problemas en la piel.


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