La raza de perro Bullmastiff

Los orígenes de la raza de perro Bullmastiff, como la de todos los molosos, se remontan a siglos atrás; ésta en concreto es relativamente reciente y se cree que se originó a partir de un cruce entre Bulldogs ingleses y Mastines o incluso Gran Daneses en Inglaterra.  Estas selecciones se hicieron a mediados del siglo XIX con la intención de obtener una raza que pudiera ayudar a los guardas a defender la caza de los cazadores furtivos. Finalmente, a principios del siglo XX, un criador, Sam Mosley, creó oficialmente la raza utilizando únicamente Bulldogs y Mastines. La raza fue reconocida en 1924.

El Bullmastiff es sin duda uno de los mejores guardianes que se pueden encontrar, y al mismo tiempo un perro fiel y cariñoso que tiene un vínculo muy estrecho con su dueño. Está muy lejos del temible perro que fue en su día, hasta el punto de que también se le llamaba “perro de la prohibición” por el peligro potencial que representaba. Con su selección y cruce se ha conseguido una raza dulce y tranquila.

Al mismo tiempo, no es adecuado para un dueño inexperto; tiene un carácter fuerte y dominante y una predisposición a hacer lo suyo, por lo que un buen adiestramiento y socialización son esenciales para su educación. Y su tamaño tan robusto requiere una persona que no se deje intimidar ni abrumar y, sobre todo, que tenga la fuerza suficiente para manejarlo con la correa durante el entrenamiento.

Carácter de la raza de perro Bullmastiff

A pesar de su aspecto fuerte e imponente, el Bullmastiff es muy dócil, un perro equilibrado y seguro, incluso con los niños y amable con los humanos. Con el adiestramiento adecuado, se convertirá en un perro difícil de asustar o agitar, transmitiendo esta tranquilidad a quienes le rodean. Pero no te dejes engañar por su buen carácter, porque en caso de peligro es plenamente consciente de sus medios y no muestra ningún temor a utilizarlos.


Se adapta bien a su familia y adora el contacto humano, especialmente el de su dueño. El Bullmastiff no debe estar solo durante muchas horas, sufre mucho la soledad y necesita mimos y atención.

El Bullmastiff es un perro al que le encanta vivir al aire libre y por eso no se adapta muy bien a la vida en plano, a no ser que puedas sacarlo a pasear al menos 3 veces al día.

Tiene un instinto de protección muy fuerte hacia su hogar y su familia, por lo que tiende a ser muy receloso con los extraños.  Tiende a estudiar a la presunta persona malintencionada que amenaza su propiedad o a su dueño, atacándola y haciendo que no pueda levantarse sin morderla. Tiene unos reflejos excepcionales.

No acepta los intentos de dominación por parte de otros perros, por lo que la socialización temprana es imprescindible, y un gato u otra mascota pequeña es una mera presa para él, siendo la hembra más tranquila que el macho, menos vivaz y algo más perezosa.

Aspecto de la raza de perro Bullmastiff

El Bullmastiff es un perro grande. Su altura a la cruz oscila entre 63 y 68 centímetros y su peso entre 55 y 60 kilogramos. La hembra es entre 8 y 10 kilos más pequeña.  Su aspecto físico es poderoso, con una excelente musculatura; posee una estructura poderosa y simétrica, con una disposición particularmente viva y amante de la actividad. . La cola está unida de forma alta y fuerte en la base.

Su cabeza es ancha, su trufa es negra y aplanada. La máscara del hocico suele ser negra. Las orejas tienen forma de V, los ojos, bien espaciados, son generalmente oscuros, bajo el hocico hay arrugas colgantes.

El pelaje es muy duro, corto y resistente a la intemperie. El pelaje puede ser negro, leonado o tigre con varias tonalidades. Algunos perros también tienen una mancha blanca bajo el pecho.

Salud y cuidados de la raza de perro Bullmastiff

El Bullmastiff generalmente goza de buena salud, pero como todos los molosoides no tiene una esperanza de vida muy larga, con una media de 8 años, pero puede llegar a los 10 o 12 años.

En verano puede tener dificultades para respirar, como muchos perros del género molosoide. Para ello sólo es necesario no exponerlo demasiado al sol y no dejar que se mueva demasiado durante las horas de más calor.

Un problema común es el hipertiroidismo, que suele aparecer a medida que el perro envejece. Además, como ocurre con muchos perros grandes, pueden sufrir displasia de cadera. Por esta razón, los cachorros de Bullmastiff nunca deben hacer mucho ejercicio para no forzar sus articulaciones.

Su dieta debe ser sana y equilibrada y también controlada, ya que tienen un fuerte apetito y tenderán a comer más de lo que necesitan. Sin embargo, el movimiento es lo principal para superar sus problemas de peso.

En cuanto al cuidado del pelaje, al ser de pelo corto, se debe cepillar una vez a la semana para eliminar el pelo muerto. Pierde muy poco pelo.



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