Se dice que el gato británico de pelo corto es el más antiguo de Gran Bretaña, traído por los romanos durante las invasiones y cruzado con gatos salvajes nativos, creando así una verdadera raza. Posteriormente, se han cruzado con Chartreux franceses y persas para hacer su pelaje más suave y su cabeza más redonda. Pero la leyenda sitúa su origen aún más atrás; de hecho, se dice que vino del antiguo Egipto en la época de la huida de los hebreos de Egipto.
Durante la primera y aún más durante la segunda guerra mundial, esta raza corrió el riesgo de extinguirse, al igual que muchas otras razas felinas, y es después de la segunda guerra mundial que, a través de varios acoplamientos, se llegó finalmente al Shortair británico tal como es ahora. La raza ha sido reconocida sólo en 1977 en todo el mundo.
Carácter del gato británico de pelo corto
El British Shorthair tiene un carácter muy particular entre los gatos. Son animales tranquilos y muy equilibrados. Son cariñosos con los miembros de la familia, pero también son muy independientes, también son buenos solos porque no se aburren. Es el clásico gato de apartamento, tranquilo, independiente pero también juguetón. Le encanta dormir durante largas horas en lugares cómodos y cálidos, le gusta jugar pero no lo exige, maúlla raramente y sólo por la comida o durante el juego. Aunque es un amante de los mimos, prefiere sentarse cerca de su humano en lugar de en su regazo, y no le gusta que le cojan en brazos.
Aunque no necesita compañía, se lleva bien tanto con perros como con gatos, siempre y cuando tenga su propio lugar para ir cuando quiera estar solo. También con los niños se lleva bien, pero no le gustan los juegos violentos y muy ruidosos.
Es un gato muy hogareño, pero tiene un instinto de cazador que, en el campo, se revela con la persecución de roedores, pájaros y lagartos, y que, en el apartamento, se desata con insectos de todo tipo. Debido a su carácter tranquilo, tiende a evitar a las personas nuevas en la casa, tiene su propio tiempo de adaptación a los recién llegados.
Otra cosa importante es que el británico se apega más a sus amos que a la casa, por lo que no tendrá problemas por viajes y posibles cambios de casa. Al contrario, los cambios lo estimulan, ya que es un animal muy curioso.
Aspecto del gato británico de pelo corto
El British Shorthair es un gato macizo, con un pelaje espeso que lo hace parecer un peluche, muy suave al tacto. Tiene una apariencia totalmente basada en su redondez. De hecho, es todo redondo, desde la cabeza hasta el cuerpo; patas redondas, ojos grandes y redondos, e incluso la punta de la cola es redonda.
Como tamaño, es mediano-grande, el macho alcanza los 7-8 kg de peso, la hembra un par de kilos menos. Tiene un cuerpo macizo y vigoroso, patas macizas y cortas con pies redondos y firmes. La cola es más bien corta y redondeada en la punta.
La cabeza es redonda con grandes mandíbulas, con pequeñas orejas separadas y grandes ojos redondos que tienen un color que coordina con el pelaje.
El pelaje es corto y grueso, con una subcapa densa, muy agradable al tacto. El color más conocido es el azul con grandes ojos anaranjados, pero hay muchos colores de este gato; el gris rosado y el leonado claro también son muy populares. Pero también los hay de carey, bicolores, con manchas e incluso de tigre.
Cuidado y salud del gato británico de pelo corto
La salud del gato británico de pelo corto suele ser excelente y duradera durante toda su vida. No presenta patologías particulares, sin embargo como todos los gatos de raza debe ser sometido a controles periódicos por el veterinario. Su esperanza de vida es larga, pueden alcanzar incluso los 20 años.
En cuanto al cuidado del pelaje, un cepillado un par de veces por semana es suficiente. Más a menudo en primavera y otoño, cuando cambia su pelaje de invierno. Peinar a este gato todos los días ayuda a prevenir y/o eliminar los enredos o nudos.
Hay que cuidar especialmente su alimentación, ya que es un gato sedentario que tiene buen apetito y que puede sufrir obesidad.
